¿Por qué deberías viajar al Pirineo?
Te diría un único motivo para pisar el Pirineo (en mi caso, visité el aragonés) al menos una vez en la vida, pero seguramente acabaría yendo por las ramas y te contaría miles. Por eso, te relataré un poco cómo fue mi escapada a esta zona, los puntos más interesantes a los que acudir y las sensaciones tan únicas que te deja.
Cómo huir al Pirineo y los mejores sitios para ver
Caí en Aragón, luego de un tiempo de cansancio emocional. Fue ese punto en la vida que me sirvió para romper con la etapa anterior y comenzar otra. Y, gracias a ello, algo dentro de mí me dijo: "vete". Y lo hice.
El resultado fue nieve, chaquetón, botas de montaña y más de una docena de pueblos en dos días.
La belleza pirenaica de Aínsa y El Pueyo de Araguás
Con Aínsa tengo muchas sensaciones encontradas, demasiadas, a decir verdad. Es espectacular, desde lo que es el pueblo como tal, hasta el pueblo antiguo o el casco histórico al cual se accede mediante unas cuantas escaleras y viene todo muy bien señalizado.
Allí hay varios museos, el que más me gustó fue el Museo de Arte Contemporáneo, cuya entrada es gratuita. Luego, anduve la plaza mejor conservada más antigua y coronada con la montaña nevada al fondo, el castillo (o lo que queda de él), varios comercios con un aire muy rústico y natural y restaurantes de todo tipo.
Ah, y la Torre Campanario, el lugar perfecto para hacer unas cuantas fotografías, ¡solo por 1€! Pero, si tienes miedo, vértigo o un poco de respeto a las alturas, sería mejor no subir o ir acompañado, (yo no pude acceder a la última "planta" debido a la altura e inclinación de los últimos escalones), las escaleras interiores son algo estrechas (es una edificación bastante antigua), y hay unos balcones muy grandes y espectaculares, pero un poco temibles.
Aínsa es de esos lugares que dejan ganas de volver, de recorrer de nuevo, me quiere provocar las mismas sensaciones que la primera vez que puse un pie allí.
El Pueyo de Araguás es otro pueblo, apenas 3km de Aínsa. Lo llamaría pueblo dormitorio, pues casi todas las casas que vi allí eran rurales y turísticas. La estancia allí fue inmejorable, en Casa Dueso, donde admiten mascotas y, sin duda, me quedo con el desayuno tan sorprendente que probé. La zona está rodeada por las montañas y la nieve, las casitas (en este lugar, son en su mayoría casas rurales), eran todas de fachadas de piedra y el interior muy rústico.
Este pueblecito está considerado como el lugar con el aire más puro de España y uno de los que existe en Europa.
La ruta por Ordesa y Monte Perdido y la frontera francesa
Es imposible tener malas palabras sobre el parque natural de Ordesa y Monte Perdido. La zona es completamente montañosa, un paisaje natural impactante que recuerda a fotogramas de películas o documentales.
Antes de entrar al parque natural, entrar y solicitar un mapa fue imprescindible, ya que desconocía la zona y me explicaron las diversas entradas en coche y andando, las zonas más visitadas, las precauciones a tomar, etc.
Claro, durante mi estancia en la zona no pude resistir la llamada de Francia, que se encuentra a unos 46km en dirección a Bielsa, otro pueblo más con un encanto único. Esta zona del Pirineo es asombrosa e invito a recorrer aquello al menos una vez en la vida a quienes están o quieren estar enamorados de la nieve, de lo rural, de los pequeños detalles, de los pueblos y de la provincia de Huesca.
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