"Nada es verdad", Veronica Raimo

 "Dicen que cuando en una familia nace un escritor esa familia está acabada". Así comienza un viaje biográfico relatado con mucha sátira e ironía. Este mes la editorial Libros del Asteroide adorna un poco mi estantería, ya sea con Huntington Beach, Una escritora en la cocina o Nada es verdad. Esta última novela se resumen en 207 páginas de situaciones comunes, humillantes, tristes, extravagantes... de todo un poco, porque en cada familia se cuece un cocido distinto.

Si de algo me he dado cuenta desde entonces es de que temo a la verdad más que a la muerte.

 La infancia de Veronica se desarrolla en una familia un tanto excéntrica. Con una madre vigilando cada paso de sus hijos, un padre con sus manías extremas y obsesivas, un hermano digno de admiración de sus padres y un abuelo, el abuelo Peppino, un hombre curioso con quien Veronica crea lazos. También algunos familiares más con quienes algunas situaciones se tornan a veces divertidas, otras, injustas, tristes y frustrantes. Y Veronica, Verika, Oca, V., Vecca..., simplemente relata su historia, la historia de una familia bizarra donde situaciones embarazosas tan comunes las transforma en un capítulo tras otro lleno de humor. Resulta increíble cómo una especie de biografía se convierte en una divertida novela sobre el crecimiento, la familia, los lazos, las pérdidas y dramas de todo tipo, que pueden ser tan comunes como únicos cuando se leen y parecen propios sin serlo. 

Es una novela que está comenzando a ocupar muchas estanterías de casas y de librerías, tal y como pude comprobar yo misma en La Casa del Libro hace pocos días. Y es que Nada es verdad es un libro agridulce, pero sobre todo divertido. Saca una sonrisa a cualquier lector o lectora incluso cuando no debería. Sin duda, esta novela va a pasar de mano en mano.