He retomado este libro 4 años después, me pido perdón a mí misma

 ¿En qué momento pude dejar una novela en la página 116? No es esa pregunta como tal, sino ¿cómo pude dejar una novela que me estaba gustando por apenas 1/4 y olvidarla durante 4 años? No lo sé. Si algún día encuentro la respuesta, os la diré, pero de momento no tengo ni la menor idea. Tal vez fuera la falta de tiempo, tal vez el «ya la retomaré mañana» tras un largo día y repetirlo hasta olvidarme de decírmelo de nuevo.

Compré Mi Isla de la autora Elísabet Benavent en junio del año 2020, (sí, el año del virus y la cuarentena que a día de hoy sigo sin poder asimilar a pesar de haberme cambiado la vida, como a muchas personas). Con una trama localizada entre una isla paradisíaca, más bien tranquilita, en pleno Mediterráneo y dos personajes como los que suele crear esta escritora, me llamó la atención y necesitaba leer esa historia. Así, pocos días antes de mi cumpleaños, decidí crear una nueva tradición: regalarme un libro cada año en esa misma fecha (y cuando me apeteciera, en realidad), tres días después de celebrarlo por fin llegó el ejemplar a casa. Comencé a leerlo con mucha ilusión y en uno o dos días llegué a la página 116, es que no lo olvidaré el dichoso número, la página 116. Ahí se quedó. Doy por hecho que fue una mezcla entre retomar la rutina tras unos meses caóticos y sumamente extraños (la cuarentena que tuvimos en España) y que ese año no leí mucho como tal... 

Durante unos días me dije que volvería a retomarlo, pero eso no ocurrió hasta que hace apenas dos días lo vi en mi estantería mientras ordenaba algunos libros que había estado moviendo. Ay, qué pena me dio. Recordaba esas 116 páginas que había leído como si hubiera sido ayer, pero habían pasado 4 años. Lo tomé de la estantería y, recién terminado un libro y mientras leía otro, decidí continuar Mi Isla y conocer más a fondo a Maggie, la mujer encerrada en su isla con su huerto y a Alejandro, un hombre dulce. Veremos cómo continuará esta historia, por el momento en un día me comí el doble de páginas de las que en un solo día era capaz por aquel entonces... El progreso lector, supongo.